Romance de un desamor
Vos señora…
Haced de vuestra sombra
un techo para mi fatiga.
Y despejad con vuestras
manos
mi camino de toda duda.
Vos señora…
Haced de vuestros labios
bien amados, mi tumba.
Pues no ostento yo,
palacio alguno, ni
tronos,
ni condecoraciones
para acariciar la
felicidad,
suficiente es un ramo de
flores.
Vos señora…
Si vos, la que os cubrís
el rostro
de velos y abanicos de
tela.
A vos acudo
a despedir-me,
si por apariencias y
rango,
considera que mi
presencia
la deshonra.
A vos señora le digo,
que él cielo la bendiga y
proteja,
que yo, pobre y huérfano,
a la tierra le daré
cuentas.
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