Cuidados intensivos
Hace tanto tiempo que no pasea
tu mirada por mis ojos,
que no desean otra cosa
que no salir de la
túnica opaca
de estas hostiles noches,
frías y sombrías,
con ese aliento de cloroformo,
son tan débiles los parpadeos
que ni la imaginación
puede verte con nitidez.
Hace tanto tiempo que no me regaña
tu voz,
que mis oídos han olvidado
la melodía de su eco,
hace frío y sin embargo
sudo tu ausencia,
pasan las horas y mi ánimo no mejora,
mi cuerpo esta acartonado,
rígido como la escayola.
Por el día, el sol golpea el cristal
insistente, impaciente,
enojado se enfada
porque no me dejo abrazar,
pasan los minutos, las horas
le río sus gracias,
sus travesuras con las nubes al pasar,
de pronto entre las carcajadas
una voz ruge con vanidad,
me pregunto, de donde proviene
¡Si en esta sala no hay nadie más!
Es mi corazón,
que ha roto su pacto de huelga
y me anima a luchar.
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