Prisioneros
del amor
Blasfemaba en mis sueños;
todo aquello cuanto no podía
imaginar.- Estaba en ellos.
Navegaba yo por tus hemisferios,
mis manos eran pilotos
en mis deseos,
y allá donde no llegaban mis ojos,
no era obstáculo para mis besos.
Blasfemaba y te invadía,
con el mayor de los pecados_ el deseo.
Y mientras yo te amaba,
las nubes cubrían a la madrugada
formando un maravilloso velo,
las estrellas nos hizo sus prisioneros,
entre tus sabanas me parecía
una cárcel de ensueño.
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