Dalias, tus preferidas
A
menudo paso por aquella calle,
y me detengo delante de la misma ventana,
donde te vi. por vez primera,
regando las flores,
dalias creo recordar que eran tus preferidas.
y me detengo delante de la misma ventana,
donde te vi. por vez primera,
regando las flores,
dalias creo recordar que eran tus preferidas.
Con
una sonrisa te despedías al terminar,
y yo ansioso me alejaba,
deseando que llegara el nuevo día,
y yo ansioso me alejaba,
deseando que llegara el nuevo día,
para
no faltar a otra cita en tu compañía,
y
aunque no había palabras,
las miradas no cesaban de conversar.
Y es que esos momentos me llenaban
las miradas no cesaban de conversar.
Y es que esos momentos me llenaban
de
vida... de vida.
No
dejaba de imaginar, tú y yo bailando
en
la calle sin música,
saltando de estrella en estrella,
saltando de estrella en estrella,
hasta
dejarnos caer en un rincón de la luna,
riéndonos sin cesar
y el tiempo era una cadena,
que nos atrapaba en su inmensidad,
riéndonos sin cesar
y el tiempo era una cadena,
que nos atrapaba en su inmensidad,
donde
las horas bailaban a nuestro compás.
A
menudo paso por aquella calle,
y me detengo delante de la misma ventana,
no me importa esperarte,
mientras no te alejes de mis sueños.
y me detengo delante de la misma ventana,
no me importa esperarte,
mientras no te alejes de mis sueños.
Ya
se que es imposible conquistarte,
pero es que no dejo de extrañarte,
y recordarte me hace avanzar en esta vida
pero es que no dejo de extrañarte,
y recordarte me hace avanzar en esta vida
día
a día,
porque sin tu compañía
es tan difícil caminar,
es tan difícil comenzar
el nuevo día.
porque sin tu compañía
es tan difícil caminar,
es tan difícil comenzar
el nuevo día.
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