Gardenia
Ni la
mar es tan bravía
como
esos celos tuyos,
ni el
viento tan osado
como el
acento de tus enfados.
porque dudas de mí
cuando
digo que te quiero,
y que
en mi mano no cabe
más
gardenia que tú.
Porque soy
hombre,
de un
solo corazón,
y a
nadie se lo entrego
que no
seas tú,
más por
ello no me preguntes,
si será
para siempre este idilio,
porque
bien sabes
que
nada es eterno
como no
lo es la corriente del río,
que a
la mar se entrega con delirio.
Porque
soy hombre
de un
solo corazón
y en la
mano no cabe
más
gardenia que tú.
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