El camino que recorrimos,
en soledad
Llegó el día en que dejé
de doblegar al junco,
de adornar con nubes
tu mundo,
de arrastras las hojas
secas,
de golpear los
porticones,
y de viajar sin rumbo.
Llegó el día…
Ahora no intentes detener
al viento,
aún cuando pierda su
fuerza
al caer el invierno.
Llegó el día en que las
noches
se volvieron turbias,
en que los sueños
fluían vacíos,
en que el silencio
también se volvió mudo,
pero ya no hay marcha
atrás,
todo es tan confuso.
Llegó el día…
ahora no intentes detener
al viento,
pues su silbido
alberga una canción de luto.
alberga una canción de luto.
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